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¿Y si jugamos a empezar de cero?


Hay quienes comienzan el año con un nuevo puesto y otros que continúan con los mismos proyectos y equipos. Nuestras relaciones con los integrantes o partes interesadas (stakeholders) pueden parecer atascadas, como si recreáramos una misma partida una y otra vez. ¿Qué pasa si jugamos a empezar de cero?


Muchas veces nos invade la fantasía de “¿qué tal si ellos no fueran como son o hicieran como hacen?".


Si asumimos que, por lo menos en un principio, continuarán siendo como son y haciendo como hacen, ¿qué pasa si jugamos a que tú haces distinto?


¿Cuál puede ser una forma de hacer nueva que sí sea provechosa para ti más allá de para la otras partes o la organización? Provechosa no quiere decir placentera, sino que trae beneficios claros.


Esto suena muy abstracto, así que vayamos a algunas opciones.


Concretamente:


Si partes del vínculo con alguno de los involucrados:


  • ¿Qué preguntas relevantes estás reteniendo?

  • ¿Qué límites empezar a poner?

  • ¿Qué oportunidades esta vez sí explorar en conjunto?

  • ¿Cómo mostrarte y ante quién?

  • ¿Qué valor significativo aportar que te implique poco esfuerzo y estabas dejando fuera?

  • BATNA ¿qué opción alternativa construir para que tus negociaciones partan de un piso más alto?

  • Nuevas interacciones, ¿a qué potencial aliado/a no estabas contemplando? ¿Con quién interactuar menos?

  • ¿Con quién interactuar más?


Si partes de observar el conjunto, mirando la partida de lejos como espectador/a.

  • ¿Qué mínimo cambio realizar que altere las dinámicas? (existencia/duración de las reuniones, desde dónde participas, orden de participación, horarios/tiempo/frecuencias en que te comunicas, etc)

  • ¿Qué reglas de juego implícitas o explícitas a modificar?

  • ¿Qué incentivar y desincentivar?

Hay un artículo que recomiendo de Donella Meadows en el que comparte 12 puntos donde intervenir un sistema en caso de que quieras profundizar en esta mirada más holística.


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