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10 consejos para mi yo de 20 años atrás cuando recién empezaba mi carrera


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  1. Vas a fallar. Aunque duela un poco, no te detengas demasiado. Aprende y sigue adelante.

  2. La influencia va en ambos sentidos. No lo veas como “yo tengo la razón / ellos están equivocados” o “tengo que ganar sí o sí.” Concéntrate en entender cómo piensan y deciden los demás, y permítete ser influenciada si tienen un argumento más sólido. Si vale la pena seguir analizando el caso, hazlo sin enojo.

  3. Las evaluaciones de desempeño son imperfectas. Son cortoplacistas, tienen muchos puntos ciegos y reflejan la perspectiva de otros. Acepta las reglas del juego y aprende a jugar con ellas. No te gastes en luchar contra ellas. Usa ese impulso adicional para trascenderlas desarrollando habilidades que te servirán en el futuro.

  4. Tus compañeros importan más de lo que crees. La competencia de hoy puede ser el patrocinador de mañana. 

  5. Los managers son personas, no ideales. No esperes que se ajusten a la imagen perfecta de cómo “deberían” comportarse. Entiende cómo comunicarte con ellos/as y, si algo no te gusta, recuérdalo para cuando lideres. En los espacios de feedback, no “dispares verdades”: comunica lo que realmente necesitas de ellos/as de una manera que puedan escuchar.

  6. No te obsesiones con subir en la jerarquía. Ya tienes acceso al núcleo del negocio y a las necesidades reales de los clientes. Probablemente también te estás convirtiendo en experta en algo; si es relevante, suele ser valorado. Eso también es poder.

  7. Participa con curiosidad. Llega preparada a cada foro, explora qué le importa a los líderes de mayor jerarquía y haz preguntas relevantes, incluso si no tienes todas las respuestas.

  8. Ten compasión con la resistencia. Te sorprenderá que algunos procesos serán más fáciles para ti que para los que llevan más tiempo. Ellos pueden necesitar desaprender y desligarse emocionalmente de “la forma antigua.” Llegará un día en que tú estarás del otro lado.

  9. Conoce tu mapa de energía. Entiende cómo pierdes y recargas energía. No fuerces estilos que no son tuyos; aprovecha lo que te resulta natural, experimenta con lo que te cuesta más y asegúrate de dedicar tiempo a recuperarte.

  10. La visibilidad importa. Hacer bien tu trabajo no es suficiente. Descubre qué valoran los que deciden sobre tu futuro y asegúrate de que puedan ver las partes de tu trabajo que les importan.


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