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¿Cómo trabajar mejor con tu jefe/a?

Foto del escritor: Sabina Peskin CoachSabina Peskin Coach

Actualizado: 14 feb


A lo largo de mi trayectoria, he trabajado con más de 16 jefes/as de seis países diferentes, incluyendo un 25% a distancia. Adaptarme a cada uno fue un aprendizaje. En algunos casos, la conexión fue fluida desde el principio, pero en la mayoría requirió esfuerzo y establecer acuerdos claros.


Si bien idealmente el líder debería dar el primer paso para crear un vínculo de confianza (según  "4 stages of psychological safety" de Timothy R. Clark), en este artículo me centraré en lo que nosotros como colaboradores podemos hacer para mejorar la relación.


Construyendo una base sólida


1. Generar confianza rápidamente

Un cambio frecuente de jefe implica tener que demostrar nuestra valía desde cero. Ganarse su confianza permite aumentar nuestro impacto y reconocimiento. Algunas claves para lograrlo:

  • Demostrar competencia: Conocer sus expectativas y asegurarnos de que note nuestro trabajo.

  • Cumplir compromisos: La consistencia genera credibilidad.

  • Apoyar lo relevante para nuestro superior: Entender sus prioridades y contribuir a ellas.


2. Empatizar

Los jefes también enfrentan presiones y días difíciles. No se trata de justificar actitudes inadecuadas, sino de poner en perspectiva sus acciones antes de reaccionar precipitadamente. Evaluemos con tiempo la importancia real de un incidente dentro de nuestra dinámica laboral y su respuesta adecuada.


Desafíos comunes y cómo abordarlos


1. Feedback poco aplicable

Cuando la retroalimentación es vaga (“esto no está bien”) o basada en preferencias personales (“hazlo como X”), podemos redirigir la conversación con preguntas como:

  • “¿Qué acción concreta podría tomar para mejorar?”

  • “¿Hay alguien con un enfoque similar al mío de quien pueda aprender?”


2. Falta de comunicación

Algunos comparten poca información sobre el rumbo del equipo o cancelan reuniones constantemente. En estos casos:

  • Ser concretos: Solicitar reuniones con un objetivo claro (“Quisiera 30 minutos para aclarar X”).

  • Explorar otras fuentes: Buscar información con colegas de otras áreas para complementar la perspectiva.


3. Pocas oportunidades de aprendizaje

Si nunca vemos a nuestro jefe en acción, perdemos oportunidades de desarrollo. Para solucionarlo:

  • Pedir acceso a reuniones estratégicas o instancias donde tomen decisiones.

  • Observar su forma de resolver conflictos para aplicar aprendizajes a nuestro trabajo.


4. Indecisión o evitación del conflicto

Cuando un líder esquiva problemas, el equipo puede sentirse desprotegido. En lugar de confrontarlo directamente, podemos preguntar:

  • “¿En qué partes interesadas está trabado el proyecto?”

  • “¿Cuáles son los intereses de cada decisor?”

Esto nos ayuda a entender su posición y encontrar formas de destrabar la situación.


5. Micromanagement

Algunos supervisan en exceso, lo que puede generar falta de confianza y limitar la autonomía. Para manejarlo:

  • Diferenciar situaciones: Algunos escenarios requieren mayor supervisión (tareas críticas o nuevas responsabilidades), mientras que otros permiten mayor independencia.

  • Negociar espacios de autonomía: Proponer un plan de delegación progresiva con KPIs claros.

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